La Comarca de Tarazona y el Moncayo ha sido testigo de grandes acontecimientos históricos, debido en parte a la situación fronteriza que ocupa entre las comunidades autónomas de Castilla y León, Navarra y La Rioja, conserva gran riqueza patrimonial que se completa con un entorno natural considerado como único en Europa.
Son numerosos los restos de su pasado celtibérico, como los poblados de La Oruña (Vera de Moncayo) y Triasu (Tarazona), donde se han encontrado monedas y otro valioso material arqueológico.
En la época Romana, Turiaso (Tarazona) se convierte en una importante población de la "Provincia Tarraconense", dando prueba de ello el hallazgo de una cabeza del emperador Augusto realizada en sardónice, y que constituye una de las más importantes piezas de este tipo encontradas en España.
Tras la caida del imperio romano, la comarca sufre una decadencia que culmina con la invasión árabe del siglo VIII. Tras la dominación musulmana, Tarazona es reconquistada por Alfonso I de Aragón en 1119 y se convierte en sede episcopal, cualidad que ha tenido hasta nuestros días. Nuestra comarca se convierte así en una importante zona fronteriza entre Castilla, Navarra y Aragón. Parte del territorio comarcal cambia varias veces de manos debido a las diferentes guerras entre los reyes cristianos de estos reinos. La edad media marca una importante época de florecimiento cultural, dónde conviven sin mayores problemas cristianos, judíos y musulmanes. Destaca sobremanera la presencia de estos últimos, que dejarón su legado mudejar en importantes edificios civiles y militares, como la catedral de Tarazona. Cabe reseñar que tras la expulsión de los judios en 1492 y de los moriscos en 1610, la zona sufre un importante crisis demográfica y cultural. Tarazona poseía un destacado mercado al que acudían gentes de toda la Zona del Moncayo y de la ribera Navarra. Las poblaciones de la comarca han vivido mayoritariamente de la agricultura y la ganadería a lo largo de su historia.
Las tierras de nuestra comarca sorprenden por el rico patrimonio cultural que albergan: fiestas, música, tradiciones y leyendas forman parte indisociable de los pueblos del Moncayo y a lo largo del año hacen disfrutar de la magia de los sentidos a quienes habitan este territorio y a todos a cuantos se acercan a conocerlo.
En la información que aparece en esta web sobre cada pueblo, aparecen las tradiciones específicas de cada uno.